Por lo común, hablamos de las ciudades como espacios en los que las personas se encuentran y las historias se entrecruzan. Pero también están los que se espían y se persiguen, los que se anhelan escondidos, los mirones (o voyeurs, para los finos), los que se pasan horas en la ventana, o a los que delata su sombra alargada tras los pasos de una mujer por la calle.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario